�La representaci�n pol�tica en Costa Rica tiene su credibilidad deteriorada�
Entrevista a Jaime Ord��ez, Director de la C�tedra de Teor�a del Estado de la Universidad de Costa Rica y consultor internacional Dic-06-02 - por Alberto L. Alem�n*
Hace una semana Costa Rica eligi�, por primera vez, alcaldes cantonales, o municipales, por sufragio directo. Formalmente, se alzaron con la victoria los candidatos del gobernante PUSC, un resultado que los analistas atribuyen a la popularidad del Presidente Abel Pacheco y a la efectividad de la maquinaria partidista del oficialismo. El PLN, la principal fuerza opositora, gan� solamente un 30 por ciento de las alcald�as, entre ellas la m�s preciada, San Jos�. El PAC de Ott�n Sol�s fue el gran derrotado y el abstencionismo -que rond� el 80 por ciento- la gran sorpresa.
Formalmente, se alzaron con la victoria los candidatos del gobernante PUSC, un resultado que los analistas atribuyen a la popularidad del Presidente Abel Pacheco y a la efectividad de la maquinaria partidista del oficialismo.
�A qué atribuye usted el abstencionismo tan elevado? Es un aumento preocupante, el doble con respecto a las presidenciales. Cuáles son los factores principales?
En realidad el abstencionismo fue más del doble, pues apenas votó un 20% de la población y en las presidenciales fue del 65%. Creo que los factores son varios. En primer lugar, y el factor más importante, es que hay una tendencia al deterioro de la representatividad y credibilidad de los partidos políticos en su conjunto. El sistema de representatividad política en Costa Rica sufre un proceso de deterioro. Adicionalmente, hay algunos otros factores secundarios, como el cansancio del electorado. En el año 2002 hubo 3 elecciones de rango nacional. Creo, además, que hubo señales negativas de algunos líderes políticos como el propio presidente Abel Pacheco, el cual goza de amplia popularidad nacional y, contraproducentemente, dijo que no iba a votar. Se trata de una suma de factores.
A qué atribuir la victoria de los socialcristianos? Es una especie de �efecto Pacheco�, es decir, la simpatía y el carisma del presidente fueron decisivos para el PUSC?
En lo fundamental, se debe al �efecto Pacheco� y, además, a la maquinaria del partido calderonista, la cual movió sus candidatos. No sólo hay que darle crédito a Pacheco sino, además, a Rafael Angel Calderón, el cual parece estar reorganizando el PUSC (El ex presidente Calderón es uno de los líderes más influyentes del partido).
Es desconcertante el descalabro del PAC. �Quiere decir esto que el resultado del partido en la elección presidencial y parlamentaria fue gracias a la figura de Ottón Solís? Quiere decir este fracaso que la tercera fuerza no ha pegado en la política costarricense?
El PAC nació como un partido de carácter muy unipersonal, en torno a la figura de Ottón Solís. En ello radicó su mayor virtud en la campaña presidencia del febrero del 2002 (porque su carisma personal unió una serie de sectores descontentos con el tradicionalismo), pero también su mayor defecto. En materia política, está más que demostrado que los liderazgos personales no son transferibles. El PAC debería irse conformando como un partido con un liderazgo colegiado o más colectivo (es decir, con varios líderes nacionales) para poder convertirse en un partido orgánico. De esa manera podrá ser una tercera fuerza (o segunda, o primera, depende de la coyuntura) con carácter permanente. Si no logra ese objetivo, puede diluirse.
Jugaron los llamados �ticos-nicas� algún papel importante en estos comicios, al menos en ciertos cantones del norte?
No está demostrado estadísticamente. Creo que es imposible hacer cábalas en tal sentido sin fundamento científico. El fuerte voto hacia el PUSC de Guanacaste y los cantones del norte (compartido en cierta medida con el PLN) existe desde hace muchos años en la información estadística y no parece ser esa una variable que lo haya cambiado sustantivamente.
Si bien el descrédito de los partidos y la representación tradicional es un fenómeno mundial, qué ingredientes costarricenses le ve Ud. a la abstención?
El llamado �desencanto� o �desafección política� es un fenómeno mundial, documentado reiteradamente por distintos estudiosos y analistas. En el caso de Costa Rica, los estudios del (politólogo) Mitchell Seligson y algunos otros han demostrado que existe una creciente desafección o pérdida de la llamada �adhesión difusa� al sistema institucional. Hay un deterioro que, además, tiene que ver con un desgaste del sistema normativo e institucional. Muy probablemente Costa Rica debería ir buscando formas de representatividad política parlamentaria.
* Editor de la sección internacional de LA PRENSA de Nicaragua
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