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IV. Formación de grupos de observación nacionales
Hay tres alternativas para la formación de grupos de observación nacional: partir de una organización existente; crear una nueva organización; o establecer una coalición entre varias organizaciones. La ventaja de las
organizaciones ya existentes es la posibilidad de utilizar recursos ya disponibles por la organización, que pueden ser considerables. Así, por ejemplo, la Unión Nacional de Maestros en México pudo contar con la
participación de sus miembros en todo el país, y con el apoyo de sus oficinas centrales y regionales. La desventaja, con todo, es que las organizaciones existentes tienen historias que pueden ser utilizadas para atacarlas, a pesar de la
pureza de sus intenciones o de la imparcialidad de sus esfuerzos de observación.
La formación de una nueva organización puede requerir un tiempo considerable, y su infancia es un período de considerable incertidumbre. Salvo que la organización se desarrolle con mucha anticipación, los problemas
de puesta en marcha pueden limitar su capacidad de observar el proceso pre-electoral. En el mencionado caso de NAMFREL en las Filipinas, las actividades de organización comenzaron 30 meses antes de las elecciones, lo que hizo posible el
reclutamiento de un número tan grande de observadores. Pero en la mayor parte de los casos los nuevos grupos sólo empiezan a trabajar unos pocos meses antes de las elecciones. El liderazgo de la organización debe concentrarse en
obtener financiación, establecer un Consejo de Dirección adecuado, y organizar la red de observación. Ello lleva en general a una excesiva concentración en la observación de los eventos durante la jornada electoral. La
ventaja, con todo, es que la creación de una adecuada imagen de imparcialidad es más fácil para una nueva organización.
Establecer coaliciones de varios grupos es un enfoque frecuente. En Zambia, seis organizaciones no gubernamentales formaron el Comité de Observación de Elecciones en Zambia. En Malawi, el Comité de Asuntos Públicos
fué formado por organizaciones religiosas de distintos credos. Varias organizaciones se unieron en Bangladesh para crear la Alianza para la Observación de Elecciones Equitativas. El reclutamiento de observadores es más sencillo para
las coaliciones, ya que pueden utilizar las redes de las organizaciones participantes. También pueden ayudar a crear una imagen de imparcialidad si incluyen a un conjunto "balanceado" de organizaciones. Sin embargo, las diferencias en
características y estilos gerenciales puede traer dificultades. En general, aún cuando es esencial que las coaliciones tomen decisiones por métodos democráticos, es importante que exista un claro liderazgo.
Los observadores domésticos tienen varias ventajas sobre los observadores internacionales. En primer lugar, conocen bien el país y el contexto político. Tienen redes de información de difícil o imposible acceso para
observadores internacionales. Hablan los lenguajes locales, conocen las costumbres y pertenecen a la comunidad. Es más sencillo entrenar a observadores nacionales en materia del proceso electoral que entrenar a observadores internacionales sobre
la cultura y el contexto político del país donde se efectúa la observación.
En segundo lugar, el costo de los observadores nacionales es sólo una fracción del de los internacionales. Los observadores nacionales requieren un mínimo de transporte, ya que suelen vivir en la vecindad de los lugares de
observación. El costo en Mozambique de un ambicioso programa para desplegar observadores de los partidos políticos fue de solamente USD 30 por observador, incluyento reclutamiento, entrenamiento y transporte interno. Los observadores
internacionales normalmente requieren viaje internacional, viáticos y otros costosos servicios como traducción. El costo promedio puede ser 200 veces superior al de los observadores nacionales. La diferencia de costos afecta naturalmente al
número de observadores que puede ser desplegado. Una operación internacional en la que participen 50 observadores es usualmente considerada como numerosa, y un caso como el de Namibia con casi 2,000 observadores es un evento excepcional. En
cambio, es enteramente normal que una operación nacional involucre a miles de observadores. El número de observadores tiene un profundo impacto en la exhaustividad de la observación y en el enfoque metodológico a utilizar,
como se discutirá en secciones subsiguientes.
Por último, los observadores internacionales tienen mayor impacto fuera del país que dentro del mismo. Así, por ejemplo, la misión de la Unión Europea en las elecciones nicaragüenses de 1996 no incluía a
figuras conocidas, y su informe no recibió mayor atención por parte de la prensa nicaragüense. Aún cuando es probable que el informe de la misión haya tenido influencia en Bruselas, no contribuyó en forma
significativa a proveer de legitimidad interna al proceso electoral. Una misión de observación internacional puede necesitar una figura muy conocida --como el Presidente Carter-- para atraer la atención de la prensa y tener un
considerable impacto interno.
Por su parte, los observadores nacionales pueden establecer un Consejo de Dirección con personalidades nacionales respetadas y tener así un impacto interno significativo. Pero rara vez atraen un interés externo equivalente al de
los observadores internacionales.
Con todo, la observación nacional no está extenta de problemas. Con frecuencia, los grupos de observación nacional son coaliciones relativamente débiles de pequeñas organizaciones regionales, que encuentran
dificultades en establecer criterios uniformes. También suelen sufrir algunos de los problemas característicos de la observación internacional, como una concentración excesiva en los eventos de la jornada electoral. Predican
la imparcialidad, pero no siempre la practican. En la mayor parte de los casos los grupos de observación tienden a ser parciales hacia la oposición, aún cuando algunos gobiernos han aprendido a organizar grupos de observación
más cercanos a sus propias posiciones.
Aún cuando la comparación detallada entre observación internacional y nacional se efectuará más adelante, vale la pena señalar que la observación nacional presenta considerables ventajas. La
observación internacional de elecciones debe ser redefinida en forma de complementar y reforzar los esfuerzos nacionales. Las misiones internacionales en gran escala sólo deben utilizarse en unos pocos casos especialmente justificables.
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